La seguridad del paciente es un principio fundamental de la atención de la salud. Comprender las causas del error médico y las estrategias para reducir el daño es simple en comparación con la complejidad de la práctica clínica. El desglose de la comunicación sigue siendo un contribuyente principal a los eventos adversos en los Estados Unidos. Cada punto del proceso de cuidado contiene un cierto grado de inseguridad inherente. Varios países han publicado estudios que demuestran que un número significativo de pacientes son dañados durante la atención médica, ya sea resultando en lesiones permanentes, un aumento de la duración de la estadía en centros de atención médica o incluso la muerte. Se necesitan políticas claras, capacidad de liderazgo organizacional, datos para mejorar la seguridad, profesionales de la salud capacitados y la participación efectiva de los pacientes bajo su cuidado, para asegurar mejoras sostenibles y significativas en la seguridad de la atención médica. El propósito de este documento es discutir vías estratégicas para acelerar la mejora futura en la seguridad del paciente. Incluye cambios fundamentales en la educación de la atención médica, la participación de los pacientes, la transparencia, la coordinación de la atención y la mejora de la moral de los proveedores de atención médica. Transformar grupos de expertos individuales en equipos expertos es fundamental para esta transformación cultural. Este documento tiene como objetivo abordar la debilidad en los sistemas de salud que conducen a errores de medicación y daño severo que resulta. Explica formas de mejorar la forma en que se prescriben, distribuyen y aumentan la conciencia entre los pacientes sobre los riesgos asociados con el uso indebido de medicamentos. Tanto los trabajadores de la salud como los pacientes pueden cometer errores que resultan en un daño severo, como prescribir, ordenar, dispensar, preparar, administrar o consumir el medicamento equivocado o la dosis incorrecta en el momento incorrecto. Pero todos los errores de medicación son potencialmente evitables. La prevención de errores y el daño que resulta requiere poner en marcha sistemas y procedimientos para garantizar que el paciente adecuado reciba el medicamento correcto en la dosis correcta en el momento adecuado. Aunque se ha avanzado mucho, todavía queda mucho trabajo por hacer para reducir el daño iatrogénico. La clave para la mejora futura es el liderazgo clínico y organizacional comprometido que debe impulsar un cambio en la cultura y ayudar a transformar a los expertos individuales en equipos expertos.Read More